¡Planea conmigo! atte. Dios.
Aunque enfrentemos tiempos de dificultad, podemos confiar en que Dios está trabajando para su bien supremo, y el nuestro.
¡Planea conmigo! atte. Dios.
¿De dónde vendrá mi ayuda?
¿Se olvidó Dios de mí?
Déjate usar por Dios.
En la batalla Dios está contigo.