Después de algunos años, nuestro matrimonio estaba prácticamente destruido. Por la infinita misericordia de Dios, encontramos restauración en VAC (Vida Abundante Coronado). Las finanzas y el perdón fueron las primeras dos áreas que Dios trabajó en nuestra relación. En el 2019, al cumplir once años de matrimonio, finalmente teníamos un corazón sano y lleno de amor para servir, además del dinero suficiente para tener una verdadera luna de miel en nuestra amada Cuba; tal y como lo habíamos acordado mi esposa y yo desde que éramos novios. Sin embargo, no imaginábamos que Dios tomaría la preminencia en dicho viaje, pues tenía un propósito grande para nuestros planes.
Nos enteramos que había una iglesia de Vida Abundante en Matanzas (ciudad de Cuba) y decidimos pasar a saludar a los hermanos de la congregación. Además, . Según nuestro itinerario, la visita demoraría tan solo algunas horas y nos marcharíamos al amanecer. Pero el amor por ellos fue tan grande, que nos hizo permanecer por dos días en aquel lugar. Los pastores abrieron su corazón y lanzaron una palabra que caló hasta lo profundo de nuestro ser:
"El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido."
Levítico 6:13 NVI
De repente, algo en nuestro interior cambió por completo y, por un instante, Dios mismo nos hizo sentir el dolor, la carencia, la angustia y la necesidad de una Cuba olvidada y lastimada a lo largo del tiempo, pero que se encuentra bajo la promesa de un Dios fiel y poderoso. En ese mismo momento, una llama fue encendida en nuestro corazón y, como matrimonio, pudimos entender que el dolor que padecimos, los desiertos que atravesamos, las carencias que afrontamos y las angustias que nos robaron la paz, tenían un propósito especial. Fue así como llegó el momento que anhela todo aquel que ama genuinamente al Señor: fuimos llamados por Él. No cabe duda que Dios se toma muy en serio cuando dispones tu corazón. Entendimos que Jesús aún busca adoradores (Juan 4:23) que quieran tener el mismo sentir de su corazón; personas que sean sus manos para hacer lo que Él quiere hacer y sus pies para caminar por donde Él quiere caminar. También entendimos el principal propósito de nuestra restauración divina: sanar a otros matrimonios por medio del testimonio de su poder. Tenemos seguridad de que Él capacitará a todo aquel que alce su voz para decirle «heme aquí»y no lo abandonará jamás.
Ya han pasado algunos meses desde aquel hermoso viaje, que más que una luna de miel, fue una historia de amor entre Dios y nosotros dos. Este año volveremos a Cuba; iremos tomados de la mano, caminaremos por las calles de la Habana, nos internaremos en las montañas, conversaremos con personas hermosas y luchadoras, abrazaremos matrimonios agraviados, levantaremos bandera por el diseño original de la familia, seremos testigos de la restauración, del amor y del perdón y, una vez más, Dios lo hará con nosotros. Fue necesario pasar por Samaria, como dice la Palabra, para comprender el propósito de Dios en nuestras vidas. Estamos seguros que veremos milagros en los matrimonios de Cuba, por el poder del Espíritu Santo y para su gloria. Entendemos que es su voluntad.
¿Y tú? ¿Te has preguntado cuál es su voluntad para tu vida?